Las raquetas de nieve se han convertido en una opción perfecta a la hora de practicar un deporte de nieve. Son aptas para todos los públicos, fáciles de usar y nos permiten llegar a paisajes que sin ellas no podríamos contemplar. Su origen, sin embargo, no tiene nada que ver con las salidas de ocio ni el mundo del deporte ...
No se conoce la fecha exacta de la aparición de las primeras raquetas de nieve, pero se estima que se empezaron a fabricar hace unos 6.000 o 4.000 años atrás en el Asia Central. Su función originaria era básicamente la de ayudar a los habitantes de tierras con nieve a recorrer largas travesías de forma más sencilla y sin hundirse. Después, según las regiones y países que las utilizaban, estas fueron evolucionando de forma y de funcionalidad.
Las primeras raquetas estaban hechas de cuero, madera y otros materiales naturales. Y su tamaño dependía en función de si los viajantes llevaban paquetes o no. Además, en variaba la forma y color según las poblaciones. De este modo, también se podía distinguir de donde provenía el viajero.