El rebeco es un símbolo de la fauna de Andorra. Vive en la alta montaña, come hierba y brotes tiernos de los arbustos y se caracteriza por tener unas patas fuertes y unas pezuñas duras que le permiten trepar por sitios inimaginables.
Es un animal muy ágil y tiene una vista, oído y olfato excelentes. Además, dispone de dos cuernos pequeñas y delgadas y una cola corta. Si la gamuza se encuentra a gusto en su hábitat, suele tener una cría y (muy raramente), dos. La época de cría suele ser entre mayo y principios de junio. Se considera que un rebeco ya es adulto cuando supera los dos años y medio de vida.
Es un animal difícil de ver, sobre todo en verano, que es cuando se extiende hacia las cimas más altas. En invierno, en cambio, suele bajar a los bosques en busca de comida, es entonces cuando podemos tener suerte y ver algún ejemplar.
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