Las tradiciones forman parte esencial del acervo cultural andorrano, donde la riqueza histórica y patrimonial del país están visibles y accesibles como en pocos lugares del mundo.
El Santuario de Canòlich está ubicado sobre la CS-600 (42.47457, 1.45241), rodeado de un gran entorno natural a 1635 metros de altura muy preciado por ciclistas y apasionados de la montaña, con un destacado punto de interés como el Coll de la Gallina.
Acoge un imponente punto panorámico que nos permite disfrutar de vistas sobre gran parte de la Parroquia de Sant Julià de Lòria, el pueblo de Aixovall, montañas de Andorra, así como numerosos picos del pirineo Catalán.
Se trata de una iglesia moderna erigida a finales del siglo XX sobre una construcción de estilo románico y cuya existencia se remonta hacia tiempos medievales (1176), hecho que ha quedado plasmado en los archivos del Comptes de Foix.
Su restauración ha sido llevada a cabo en la década del 70, específicamente entre los años 1973 y 1979, y alberga en su interior una réplica de la imagen original de la Virgen que, pese a la destrucción de documentación en un incendio ocurrido en el siglo XVII, certificaría su antigüedad hacia finales del siglo XI y principios del siglo XII. Gracias a una aportación de la familia Marfany y con el objetivo de brindar un mayor acceso a sus devotos, la imagen original fue trasladada a la iglesia parroquial de Sant Julià y San Germán donde es custodiada por dicha familia desde entonces.
Según indica la tradición, la imagen fue hallada en el lugar por un pastor guiado hasta allí por una insistente ave, dando lugar al epicentro de culto más importante desde entonces para los habitantes de Sant Julià de Lòria y creyentes de la Virgen.
Debido a ello, este punto emblemático de fe es desde tiempos muy antiguos el lugar donde el pueblo laurediano rinde culto a su patrona, la Virgen de Canòlich a través de un multitudinario encuentro anual que tiene lugar el último sábado de mayo llamado “encuentro de Canólich” o “L’Aplec de Canólich”.
El acontecimiento tiene como objetivo la veneración de la Virgen con una peregrinación a pie que dura aproximadamente dos horas por un camino que inicia en el pintoresco pueblo de Bixessarri, a través de curvas que atraviesan bosques y nos regalan postales en cada tramo, e invita a compartir un momento en comunidad con celebraciones religiosas y la recogida de pan bendecido.
En su interior, el santuario conserva un retablo barroco del siglo XVIII, rodeado de un arco de piedra y murales de cerámica del artista Sergi Más que podremos contemplar en los laterales del recinto rectangular muy bien iluminados. Al exterior, la iglesia se encuentra coronada por un campanario de espadaña y una zona de barbacoa que acoge a los visitantes, sobre todo, en épocas de celebraciones religiosas.
El Santuario cuenta con un área de estacionamiento para aquellos visitantes que desean acudir en cualquier época del año y múltiples puntos panorámicos en los alrededores que no solo permitirán tomar fotografías increíbles, sino también nos dan la posibilidad de contemplar la naturaleza que rodea a este punto declarado de Bien de interés cultural por el Gobierno de Andorra, y epicentro de fe para la comunidad local.
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